En los años sesenta y
setenta, Argentina desarrolló su propio programa espacial, iniciativa que la
colocó después de los EE.UU., Rusia, Francia, Canadá y Gran Bretaña, entre las
seis únicas naciones empeñadas en la exploración del cosmos. Eran tiempos de
progreso e investigación en los que científicos nacionales daban prueba al
mundo de su capacidad tecnológica.
En 1956 técnicos del
Instituto de Experimentaciones Espaciales dispararon desde la provincia de
Buenos Aires un cohete denominado Martín Fierro de fabricación nacional, que
tras escasos segundos de vuelo, alcanzo 1700 metros de altura. Sirvió para
demostrar a la opinión pública argentina que un grupo de civiles nucleados en
una institución científica particular, trabajaban activamente en un proyecto al
que muy pocas naciones se hallaban abocadas: la conquista del espacio exterior.
Surge el 28 de Mayo
de 1991 la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), es el único
organismo del estado nacional competente para diseñar, ejecutar, controlar y
administrar proyectos y emprendimientos en materia espacial en la República Argentina.
Dicha Comisión funciona
en el ámbito del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio, Internacional y
Culto, y su misión como agencia
especializada es proponer y ejecutar el Plan Espacial Nacional, con el objeto
de aprovechar la ciencia y la tecnología espacial con fines pacíficos. A la
fecha se encuentra vigente el Plan Nacional 2004-2015 (se actualizo en el 2008).
El Plan Espacial pone especial énfasis en el
uso y los alcances del concepto de “Ciclo de Información” espacial, que reúne
el conjunto de las etapas que comprenden el censado, generación, transmisión,
procesamiento, almacenamiento, distribución y uso de la información espacial.
En el año 2008 surge el ProyectoTronador
II es el nombre que recibe la segunda etapa del proyecto de desarrollo
de lanzadera espacial cohete de transporte argentina/o
a cargo de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) .
La historia satelital
argentina comenzó en enero de 1990 cuando el cohete Ariane dejó en órbita
espacial al Lusat 1, el primer objeto argentino puesto en órbita. Los satélites
argentinos en órbita. Han sido en su mayoría realizados como parte del Programa
de Diseño y Construcción de Satélites SAC (Satélites de Aplicaciones
Científicas) como parte del Plan Espacial Nacional Argentina en el Espacio 2004
– 2015, implementados por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales
(CONAE).
DESARROLLO
CONAE
Actualmente las
actividades espaciales en nuestro país son reguladas por la Comisión Nacional
de Actividades Espaciales, conocida como CONAE, creada en el año 1991. Esta
organización estatal depende del Ministerio de Planificación Federal,
Inversión Pública y Servicios. La CONAE es el único organismo del Estado
Nacional competente para entender, diseñar, ejecutar, controlar, gestionar y
administrar proyectos, actividades y emprendimientos en materia espacial en
todo el ámbito de la República.
Su misión como
agencia especializada es proponer y ejecutar el Plan Espacial Nacional,
considerado política de Estado (Decreto 523/05), con el objeto de utilizar y
aprovechar la ciencia y la tecnología espacial con fines pacíficos. Actualmente
se encuentra vigente el Plan Espacial Nacional 2004 - 2015. Se programó a once
años todas y cada una de las acciones que la Argentina realizará en el área
espacial, la inversión requerida y los beneficios que aporta al país.
Para cumplir dicha
misión la CONAE cuenta con información espacial generada por satélites
construidos y diseñados en la Argentina. Junto a la empresa INVAP de
Bariloche y asociándose principalmente con la estadounidense NASA,
provee la plataforma satelital y la mayoría de los instrumentos de dichos
satélites. Estos son controlados desde la estación terrenal Teófilo Tabanera
situada en la provincia de Córdoba
El universo de
aplicación del plan esta segmentado en seis aéreas “Ciclo de Información
Espacial”. Así se llama al conjunto de la información generada desde el
espacio, con el objeto de optimizar determinadas aéreas de la actividad
socioeconómica del país, tales como la agricultura, pesca, la hidrología, la
gestión de emergencia, el medio ambiente, la cartografía y la gestión de salud,
entre otras temáticas.
La CONAE comprende la
realización de programas de acciones concertadas (PAC) que corresponden a
asociaciones estratégicas con otros entes nacionales o internacionales para
encaminar determinadas aplicaciones particulares, las mismas son:
v PAC,
para la organización y funcionamiento del Instituto de Altos Estudios
Espaciales Mario Gulich.
v PAC,
con provincias. El programa posee el objetivo de potenciar progresivamente las
capacidades locales de cada Provincia
para el uso y aprovechamiento de información espacial
v PAC,
para el apoyo de la administración pública nacional y el ordenamiento fiscal.
v PAC,
como herramienta de política exterior y para la conformación de una entidad
espacial regional.
La
CONAE y los planes espaciales.
v Su
primera tarea fue la creación del plan espacial “Argentina en el Espacio 1995-2006” , aprobado por decreto
2076/94. Desde ese momento hasta la actualidad, se ha perfilado con creciente
nitidez la necesidad de:
• Establecer el papel
de la CONAE
como asesora del Poder Ejecutivo Nacional en materia de tecnología espacial.
• Promover el uso de
la tecnología espacial en diversas acciones de gobierno.
• Satisfacer las
demandas y necesidades de los sectores económicos y de la sociedad en general
en materia de información de origen espacial.
• Fortalecer los
vínculos de la CONAE
con la comunidad científica y educativa.
• Intensificar la
relación de la CONAE
con la sociedad.
El Plan Espacial
“Argentina en el Espacio 1995-2006”
proveyó las definiciones básicas en estos campos estableciendo que debe ser
actualizado periódicamente contando en cada oportunidad al menos con una década
de horizonte para las actividades espaciales nacionales.
El Plan Espacial
Nacional cataloga a la Argentina
como “país espacial” ya que por sus características ésta hace uso intensivo de
los productos de la ciencia y la tecnología espaciales. Por medio de la
actividad espacial se censa, recoge, transmite, almacena y procesa información
adecuada y oportuna acerca de las actividades económicas y productivas, del
medio ambiente y de las características geofísicas de los continentes y los
océanos de nuestro planeta y particularmente del territorio nacional.
v La
primera actualización es “Argentina en el espacio 1997-2008, aprobada por
decreto 1330/99.
v Actualmente
se encuentra vigente el Plan Espacial Nacional 2004-2015
Este Plan Espacial
Nacional 2004-2015 está segmentado en seis áreas, denominadas "Ciclos de
Información Espacial", esos ciclos son el
conjunto de información generada desde el espacio, con el objeto de optimizar
determinadas áreas de la actividad socioeconómica del país, tales como la
agricultura, la pesca, la hidrología, la gestión de emergencias, el medio
ambiente, la cartografía y la gestión de salud, entre otras temáticas.
Los
Ciclos de información Espacial
El Plan Espacial pone
especial énfasis en el uso y los alcances del concepto de “Ciclo de
Información” espacial, que reúne el conjunto de las etapas que comprenden el censado,
generación, transmisión, procesamiento, almacenamiento, distribución y uso de
la información espacial.
Los
seis Ciclos de Información Espacial definidos en el Plan 2004 - 2015, son:
Ciclo I: Comprende
toda la información relevante de origen espacial para las actividades
agropecuarias, pesqueras y forestales, incluyendo en particular el relevamiento
y monitoreo de los recursos ictícolas para su seguimiento y protección.
Ciclo II: Comprende
toda la información relevante de origen espacial aplicable al clima, la
hidrología y la oceanografía, incluyendo el seguimiento de fenómenos climáticos
e hidrológicos en todo el territorio nacional, los estudios oceanográficos del
Atlántico Austral y del Mar Antártico. Abarca, en escalas geográficas más
amplias, pronósticos estacionales de fenómenos globales tales como El Niño.
Ciclo III: Comprende
la gestión de emergencias, tanto naturales como antropogénicas, tales como
incendios, inundaciones, erupciones volcánicas y terremotos, tornados, ciclones
y huracanes, deslizamientos de tierra, derrames de hidrocarburos.
Ciclo IV: Comprende
la vigilancia del medio ambiente y los recursos naturales, orientado a las
aplicaciones en estudios climáticos y del cambio global atmosférico en general,
así como toda la información relacionada con la contaminación del suelo, del
aire, del mar y los ríos.
Ciclo V: Abarca la
teledetección y procesamiento de información relevante para cartografía y
estudios geológicos y aplicaciones a exploraciones mineras incluyendo la
prospección petrolera y gasífera. Tambien incluye la planificación territorial,
urbana y regional.
Ciclo VI: Comprende
la gestión de salud en los temas vinculados a la Epidemiología Panorámica, que
consiste en la utilización de información proveniente de sensores remotos para
construir, complementada con datos de campo, modelos predictivos de riesgo de enfermedades
humanas.
Los Ciclos de
Información Espacial como en los Programas de Acciones Concertadas, la CONAE
ordena sus actividades en cinco Cursos de Acción, cada uno de los cuales
está orientado a atender determinados aspectos:
• Curso de Acción
A: Infraestructura Terrestre. Comprende todas las actividades destinadas a
mantener y operar instalaciones técnicas y facilidades en tierra. Entre ellas
tenemos el control de los satélites y la recepción y procesamiento de los datos
obtenidos.
• Curso de Acción
B: Sistemas satelitales. Comprende todas las actividades destinadas a
diseñar, construir y operar vehículos espaciales. Entre ellos encontramos al
SAC-A; SAC-B, SAC-C y SAC-D Aquarius, SAC-E, SAC-F todos
construidos en la Argentina
y por científicos argentinos. Actualmente se encuentran en proceso de
desarrollo los satélites SAOCOM 1A y SAOCOM 1B, destinados al cuidado
y protección de la Tierra.
Justamente una de las
políticas espaciales que planea realizar la CONAE en esta etapa es la de la
Colocación en órbita de los satélites SAC-D / SAC-E / SAC-F / SAOCOM 1 A y 1B / SAOCOM 2 A y 2B.
• Curso de Acción
C: Sistemas de información. Comprende el procesamiento, transmisión y aprovechamiento
de la información recogida en el espacio.
• Curso de Acción
D: Acceso al espacio. Comprende las actividades relacionadas con la
colocación en órbita de satélites mediante vehículos espaciales. Ademas
promover la inserción de la tecnología e industrias nacionales en el mercado de
los medios de acceso al espacio y servicios de lanzamiento.
• Curso de Acción
E: Desarrollo Institucional y Tareas de Base. Comprende el propio
desarrollo de la CONAE
así como su enlace con otras instituciones nacionales o del exterior.
Básicamente hace referencia a que la
CONEA establezca vinculaciones con instituciones del sector
científico, técnico y empresario para promover la investigación y el desarrollo
en ciencia y tecnología espacial.
El Plan Espacial
Nacional es un plan estratégico, en el cual la ejecución y la concreción de sus
objetivos implican la participación directa o indirecta de sectores y
organismos del gobierno, tanto nacional como provincial y municipal.
El
proyecto Tronador.
Tronador II es
el nombre que recibe la segunda etapa del proyecto de desarrollo de lanzadera espacial cohete de transporte argentina/o
a cargo de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE)
Se calcula que por su
bajo costo de lanzamiento el Programa Tronador, una vez constituido como tal,
sería capaz de realizar entre 5 y 10 lanzamientos al año; dependiendo de la
demanda generada.
El
cohete Tronador II tiene como antecesor inmediato al
denominado Tronador I que constituyó la primera etapa del
mencionado Proyecto Tronador, también conocido a nivel gubernamental
como Proyecto Veng.4La
versión preliminar del Tronador I, un pequeño cohete monoetapa de 3,4 metros de longitud,
fue lanzado con éxito en 2007; al igual que la versión subsiguiente
(denominada Tronador Ib) de 6 metros de longitud (lanzado en 2008). Si bien
éste sirvió como probador tecnológico, para poder permitir el avance hacia otro
tipo de cohete, el Tronador II, será muy superior técnica y
prestacionalmente a su antecesor.
Si bien las anteriores bases de lanzamientos de prueba
estuvieron situadas en Pampa de Achala (Córdoba), Chamical (La Rioja) y Punta Piedras (Buenos Aires), el Tronador II fue lanzado
desde Puerto Belgrano, localidad de Punta Alta. “Nuestro objetivo son los satélites de
órbita polar y Puerto Belgrano nos
da la posibilidad de realizar lanzamientos hacia el mar con toda la zona
despejada en dirección polar. Por otra parte se encuentra dentro de la base de
la Armada Argentina, lejos de zonas densamente pobladas, lo
que la hace un área segura para lanzamientos”, explico el ingeniero Juan Cruz
Gallo, gerente general y técnico de VENG SA, empresa estatal dependiente de CONAE y que estuvo a cargo del proyecto de
manera directa.
La Comisión
Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) intentó lanzar el primer cohete
experimental del ambicioso proyecto Tronador II, que se propone desarrollar
cohetes de transporte para poner satélites en órbita.
Después de varias
postergaciones por razones técnicas o climáticas, el lanzamiento se hizo el miércoles
26 de febrero del corriente año.
Pero el vector Vex 1A, que logró despegar unos dos
metros, en una fracción de segundo torció su trayectoria y se estrelló contra
el suelo envuelto en las llamas de su propio combustible, según pudo
reconstruirse.
El Gobierno manejó
las cosas casi en secreto: evitó difundir el lanzamiento -no hubo prensa ni se
comunicó la fecha- y tampoco dio información sobre sus resultados.
El
cohete de casi 15 metros de largo, apenas se elevó y cayó partiéndose al medio, al
parecer por problemas con tensores neumáticos que enganchan el motor.
La expectativa mayor era que viajara 300 metros y cayera en el río, donde se
recuperarían parte de sus materiales.
Este proyecto
Tronador II fue lanzado por el estado argentino causando una gran decepción ya
que su elevación al espacio fracaso rotundamente, no puediendo alcanzar ni
siquiera los 2 metros de altura, el proyecto al intentar elevarse por el aire
exploto causando la perdida de millones de dólares que costo el desarrollo del
proyecto.
SATELITES
Argentina es uno de
los países del mundo que puede darse el lujo de decir que tiene actividad
espacial. Pudimos construir nuestros propios satélites y ahora estamos en la
última etapa de desarrollo espacial que es construir nuestro propio lanzador La
actividad espacial dará su salto cuantitativo con su propio desarrollo
satelital, no solo por el hecho de que desarrollamos satélites con mano de obra
nacional sino también por el hecho del proyecto para la creación de la base que
permitirá el lanzamiento de nuestros propios satélites.
Reseña histórica
La historia satelital argentina comenzó en
enero de 1990 cuando el cohete Ariane dejó en órbita espacial al Lusat 1, el
primer objeto argentino puesto en órbita. Fue la obra de radioaficionados
unidos a una agencia de Estados Unidos. El segundo fue Víctor-1, lanzado
el 29 de agosto de 1996, con el cohete ruso Molnya para prever el tiempo y
prognosis sobre el clima. Después fue el turno de SAC-B, el 4 de noviembre
de 1996. El Nahuel 1-A llegó al espacio en enero de 1997 y el objetivo fue las
telecomunicaciones. No fue hecho por argentinos. El SAC-A fue lanzado el
14 de diciembre de 1998 y el SAC-C se lanzó el 21 de noviembre de 2000 y es un
satélite argentino de teleobservación. Salió de una base de California. El
PADE (Paquete Argentino de Experimentos) entró en órbita el 6 de diciembre de
2001 fue y volvió en el transbordador de la NASA. Tal como su nombre lo indica
no fue en realidad un satélite sino un conjunto de experimentos. El
Pehuensat-1 fue lanzado el 10 de enero de 2007 desde la India, entrando en
órbita 20 min después.
v
Satélites SAC: ya
construidos y por construir
SAC-A: La misión SAC-A, concebida como modelo
tecnológico como parte de la Misión SAC-C, puso a prueba una serie de
instrumentos desarrollados en el país, potencialmente aplicables en otras
Misiones. Estuvo también dedicado a probar, experimentalmente, tanto la
infraestructura material como la humana de los equipos de telemetría,
telecomando y control.
La misión permitió el entrenamiento de un grupo humano importante tanto para la preparación de los centros de control (hardware y software) como para el control de los satélites.
Además, el sistema de Control de Actitud del satélite incluyó una rueda de inercia también desarrollada en la Argentina.
SAC-B: Se lanzó en 1996 (antes que el SAC A) con el objetivo de investigar las fuentes explosivas extra galácticas de alta energía. Su peso era de 191 kg, (50 kg de carga útil). Fue puesto en órbita montado en el cohete estadounidense Pegasus XL. Debido a fallas en el vehículo disparador no pudo eyectarse del mismo y al quedar pegado se quedó sin energía por lo que sólo pudo dar escasas vueltas a la tierra. Sin embargo pudo poner en funcionamiento todos sus sistemas correctamente hasta que las baterías de a bordo se agotaron. Esto último se debió a que al haber estado incorrectamente adosado al cohete Pegasus el satélite no pudo desplegar sus paneles solares.
SAC-C: La misión SAC-C cubre tanto la Observación de la Tierra como mediciones con fines científicos.
La observación de nuestro planeta, particularmente del territorio argentino, se obtiene a través de imágenes ópticas orientadas al estudio de ecosistemas terrestres y marinos.
En los aspectos científicos obtiene datos de: temperatura y vapor de agua de la atmósfera, campo magnético y onda larga del campo gravitatorio terrestre, y estudia la estructura y la dinámica de la atmósfera y de la ionosfera.Los países asociados a esta misión son: EE.UU, Italia, Dinamarca, Francia y Brasil.
La misión permitió el entrenamiento de un grupo humano importante tanto para la preparación de los centros de control (hardware y software) como para el control de los satélites.
Además, el sistema de Control de Actitud del satélite incluyó una rueda de inercia también desarrollada en la Argentina.
SAC-B: Se lanzó en 1996 (antes que el SAC A) con el objetivo de investigar las fuentes explosivas extra galácticas de alta energía. Su peso era de 191 kg, (50 kg de carga útil). Fue puesto en órbita montado en el cohete estadounidense Pegasus XL. Debido a fallas en el vehículo disparador no pudo eyectarse del mismo y al quedar pegado se quedó sin energía por lo que sólo pudo dar escasas vueltas a la tierra. Sin embargo pudo poner en funcionamiento todos sus sistemas correctamente hasta que las baterías de a bordo se agotaron. Esto último se debió a que al haber estado incorrectamente adosado al cohete Pegasus el satélite no pudo desplegar sus paneles solares.
SAC-C: La misión SAC-C cubre tanto la Observación de la Tierra como mediciones con fines científicos.
La observación de nuestro planeta, particularmente del territorio argentino, se obtiene a través de imágenes ópticas orientadas al estudio de ecosistemas terrestres y marinos.
En los aspectos científicos obtiene datos de: temperatura y vapor de agua de la atmósfera, campo magnético y onda larga del campo gravitatorio terrestre, y estudia la estructura y la dinámica de la atmósfera y de la ionosfera.Los países asociados a esta misión son: EE.UU, Italia, Dinamarca, Francia y Brasil.
v
Proyectos 2007 – 2015
Está prevista para antes del año 2015 la
creación de dos estaciones satelitales más, posiblemente en Tierra del Fuego y
en la Antártida, y los siguientes satélites:
SAC D / Aquarius
Objetivo: estudiar la salinidad del mar y detectar zonas de riesgo de incendios e inundaciones. Se lanzará en 2008 y pesará 1,6 t. Servirá de “contenedor” de distintos instrumentos de medición. Entre sus aparatos llevará a bordo al radar Aquarius, construido por la NASA, y una cámara diseñada por la agencia espacial argentina que trabajará con cuatro canales en el infrarrojo. Medirá por primera vez la salinidad de los océanos del mundo (una tarea que hasta ahora se ha hecho sólo desde los barcos) y detectará los cambios climáticos en el planeta. Recopilará también información sobre el desprendimiento de los hielos en las zonas polares, la humedad de los suelos, los focos de incendio y la temperatura de las aguas del mar, un dato de particular interés para la actividad pesquera.
SAC D / Aquarius
Objetivo: estudiar la salinidad del mar y detectar zonas de riesgo de incendios e inundaciones. Se lanzará en 2008 y pesará 1,6 t. Servirá de “contenedor” de distintos instrumentos de medición. Entre sus aparatos llevará a bordo al radar Aquarius, construido por la NASA, y una cámara diseñada por la agencia espacial argentina que trabajará con cuatro canales en el infrarrojo. Medirá por primera vez la salinidad de los océanos del mundo (una tarea que hasta ahora se ha hecho sólo desde los barcos) y detectará los cambios climáticos en el planeta. Recopilará también información sobre el desprendimiento de los hielos en las zonas polares, la humedad de los suelos, los focos de incendio y la temperatura de las aguas del mar, un dato de particular interés para la actividad pesquera.
SAC
E (Sabia)
De misión óptica. Satélite argentino-brasileño de información sobre agua, ambiente y producción de alimentos en la zona del Mercosur
SIASGE: los SAOCOM
Con la Agencia Espacial Italiana la CONAE está desarrollando el Sistema Italo Argentino para la Gestión de Emergencias (SIASGE). Este sistema comprende un total de seis satélites equipados con sensores de microondas activos (radar de apertura sintética). Los dos satélites argentinos de este sistema, denominados SAOCOM trabajan con radares en la banda L (de microondas de 23 cm de longitud de onda), y los cuatro satélites radar italianos, los COSMO-SkyMed, operan en banda X (microondas de 3 cm de longitud).
El primero de los satélites italianos se lanzó en junio de 2007 desde California[1]. Es capaz de obtener información de la humedad del suelo, estructuras geológica, recursos forestales y marinos, cosechas, erupciones e incendios. Sirve también de apoyo a actividades judiciales y de seguros, aunque su aplicación primordial es militar.
Pehuensat-1
Un satélite con objetivos educativos construido totalmente en la Argentina fue lanzado el 10 de enero de 2007 a la mañana, a bordo de un cohete desde una base aeroespacial de la India. El armado demandó cinco años y fue realizado por investigadores de la Universidad Nacional del Comahue.
Lo denominaron Pehuensat-1 en referencia al pehuén, que es un árbol legendario y autóctono de los bosques andinos patagónicos, identificado con las provincias en las cuales tiene sus sedes académicas la universidad.
Construido por 17 docentes y 44 estudiantes de la Facultad de Ingeniería de esa casa de altos estudios, fue lanzado a las 9.23 hora de India (1.53 hora argentina) en el cohete Pollar Satellite Launch Vehicle (PSLV C7), desde la base de Satish Dawan, costa este de ese país. El Pehuensat-1 llegó a su órbita tras 20 minutos de viaje, donde permanecerá, según consideraron los técnicos, "durante varios años".
El satélite pesa 6 kg, recorre la órbita a unos 640 km de altura, y viaja a una velocidad alrededor de la Tierra de 25 mil km/h. Su pequeño tamaño contrasta con la mole de más de 40 m de altura que tiene el cohete PSLV c7 que lo transportó al espacio. Tiene una estructura con caja de aluminio tipo espacial, paneles solares en una de las caras, la electrónica dentro, el transmisor, una computadora de abordo, dos paquetes de baterías que se recargan con energía solar y una antena encargada de transmitir a tierra los parámetros del satélite".
Según explicó el responsable del Programa, Jorge Lassig, "...este proyecto tiene como finalidad educar en tecnología espacial en la Argentina...", "... la formación de recursos humanos en el área espacial que generó permitió que la universidad del Comahue cuente hoy con la infraestructura necesaria para la creación de futuros satélites". Es el primer satélite construido por una universidad pública a nivel mundial.
AR-SAT
Por otra parte las autoridades de INVAP y Ar-Sat firmaron un contrato por el cual el INVAP construirá tres satélites de comunicaciones en los próximos diez años. La inversión total será de entre 150 y 200 millones de dólares. El primero de los satélites comenzó a fabricarse en 2007 y se estipula que esté finalizado para mediados del corriente año. Los otros dos satélites deberían estar construidos en el 2017.
De misión óptica. Satélite argentino-brasileño de información sobre agua, ambiente y producción de alimentos en la zona del Mercosur
SIASGE: los SAOCOM
Con la Agencia Espacial Italiana la CONAE está desarrollando el Sistema Italo Argentino para la Gestión de Emergencias (SIASGE). Este sistema comprende un total de seis satélites equipados con sensores de microondas activos (radar de apertura sintética). Los dos satélites argentinos de este sistema, denominados SAOCOM trabajan con radares en la banda L (de microondas de 23 cm de longitud de onda), y los cuatro satélites radar italianos, los COSMO-SkyMed, operan en banda X (microondas de 3 cm de longitud).
El primero de los satélites italianos se lanzó en junio de 2007 desde California[1]. Es capaz de obtener información de la humedad del suelo, estructuras geológica, recursos forestales y marinos, cosechas, erupciones e incendios. Sirve también de apoyo a actividades judiciales y de seguros, aunque su aplicación primordial es militar.
Pehuensat-1
Un satélite con objetivos educativos construido totalmente en la Argentina fue lanzado el 10 de enero de 2007 a la mañana, a bordo de un cohete desde una base aeroespacial de la India. El armado demandó cinco años y fue realizado por investigadores de la Universidad Nacional del Comahue.
Lo denominaron Pehuensat-1 en referencia al pehuén, que es un árbol legendario y autóctono de los bosques andinos patagónicos, identificado con las provincias en las cuales tiene sus sedes académicas la universidad.
Construido por 17 docentes y 44 estudiantes de la Facultad de Ingeniería de esa casa de altos estudios, fue lanzado a las 9.23 hora de India (1.53 hora argentina) en el cohete Pollar Satellite Launch Vehicle (PSLV C7), desde la base de Satish Dawan, costa este de ese país. El Pehuensat-1 llegó a su órbita tras 20 minutos de viaje, donde permanecerá, según consideraron los técnicos, "durante varios años".
El satélite pesa 6 kg, recorre la órbita a unos 640 km de altura, y viaja a una velocidad alrededor de la Tierra de 25 mil km/h. Su pequeño tamaño contrasta con la mole de más de 40 m de altura que tiene el cohete PSLV c7 que lo transportó al espacio. Tiene una estructura con caja de aluminio tipo espacial, paneles solares en una de las caras, la electrónica dentro, el transmisor, una computadora de abordo, dos paquetes de baterías que se recargan con energía solar y una antena encargada de transmitir a tierra los parámetros del satélite".
Según explicó el responsable del Programa, Jorge Lassig, "...este proyecto tiene como finalidad educar en tecnología espacial en la Argentina...", "... la formación de recursos humanos en el área espacial que generó permitió que la universidad del Comahue cuente hoy con la infraestructura necesaria para la creación de futuros satélites". Es el primer satélite construido por una universidad pública a nivel mundial.
AR-SAT
Por otra parte las autoridades de INVAP y Ar-Sat firmaron un contrato por el cual el INVAP construirá tres satélites de comunicaciones en los próximos diez años. La inversión total será de entre 150 y 200 millones de dólares. El primero de los satélites comenzó a fabricarse en 2007 y se estipula que esté finalizado para mediados del corriente año. Los otros dos satélites deberían estar construidos en el 2017.
CONCLUSION
Como
primera conclusión podemos observar que toda la actividad espacial argentina
está coordinada por una Comisión especializada en el tema, que es la CONAE. Y a
raíz de esto también podemos concluir en que el Estado Argentino apoya la
actividad espacial, ya que por ejemplo en el 2005 se dictó el decreto 523/05 el
cual considera al Plan Espacial Nacional como política de estado.
Por
otro lado cabe mencionar que Argentina está en constante progreso y desarrollo
de la actividad espacial, ya que se va actualizando el Plan Espacial Nacional y
se va ampliando su alcance.
Argentina ha tenido un gran crecimiento, en lo que
respecta a la fabricación y lanzamiento de satélites al espacio. Satélites que
le han permitido recoger y almacenar datos útiles para la vida diaria de los
habitantes de nuestro país.