jueves, 22 de julio de 2010

SAC-D AQUARIUS

Fuente: http://matchtres.com


El satélite SAC-D, fabricado en Bariloche por la empresa estatal rionegrina Invap, en el marco de un proyecto entre la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CNAE) y la NASA estadounidense, viajará hoy a Brasil para ser testeado en laboratorios especializados, informó el organismo nacional. El satélite, que pesa alrededor de 1.600 kilos, fue desarrollado completamente en las nuevas instalaciones de Invap en el ingreso a Bariloche, y será llevado esta tarde desde esa sede al aeropuerto de la ciudad, a pocos kilómetros de allí.



El SAC-D abordará allí el enorme C17 de la NASA de EEUU para viajar a la base en São José dos Campos, San Pablo, del Instituto Nacional de Pesquisas Espaciais (INPE), de Brasil, que también integra el proyecto.

En Brasil el SAC-D recibirá exigentes pruebas ambientales, que reproducirán las condiciones que enfrentará en su lanzamiento y su órbita, y el 21 de enero de 2011 partirá a bordo del mismo avión hacia la base de la NASA en Vandemberg, California (EEUU).

El lanzamiento sufrió una nueva postergación –estaba previsto para diciembre- fue programado para el primero de abril de 2011, a bordo del cohete Delta II. El SAC-D orbitará a una distancia aproximada de 657 kilómetros de la Tierra.
Todos los datos que emita serán bajados en la estación “Teófilo Tabanera” de la CONAE en Córdoba, que los distribuirá entre numerosos centros de estudio y desarrollo argentinos, y entre los socios del proyecto.
Este es el cuarto y mayor satélite que fabrica Invap para la CONAE, en el marco de un contrato con la NASA por una inversión superior a los 250 millones de dólares.
La NASA aportó especialmente el instrumento principal de la misión, el Aquarius, que mediante el estudio de la salinidad de los océanos, aportará información inédita sobre el medio ambiente planetario.

Entre otros fenómenos estudiará la circulación oceánica, el ciclo global del agua y el clima terrestre. Asimismo, podrá detectar focos de alta temperatura en la Tierra para mapas de riesgo de incendios, y humedad del suelo para dar alertas tempranas de inundaciones.

Se trata de un proyecto de cooperación internacional que además de EEUU y Brasil, tiene asociado a la Agenzia Spaziale Italiana (ASI); el Centre National d’Etudes Spatiales (CNES), de Francia, y la Canadian Space Agency (CSA), de Canadá, que a su vez aportaron otros instrumentos.
En marzo pasado fue presentado internacionalmente en Bariloche por el ex canciller Jorge Taiana, en un acto que contó con la presencia de científicos y técnicos de la CONAE, de todos los países intervinientes y diplomáticos de esas naciones.

El lanzamiento sufrió una nueva postergación –estaba previsto para diciembre- fue programado para el primero de abril de 2011, a bordo del cohete Delta II. El SAC-D orbitará a una distancia aproximada de 657 kilómetros de la Tierra.


En dos vuelos


El traslado del satélite SAC-D/Aquarius desde las instalaciones de Invap en Bariloche a Brasil, demandará dos vuelos del imponente C-17 de la Fuerza Aérea de EEUU y un operativo inédito en el país, informaron fuentes de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE).

Este es el cuarto y mayor satélite fabricado por Invap para CONAE, de una misión en la que Argentina está asociada a la NASA estadounidense y a las agencias espaciales de Canadá, Francia e Italia.

El SAC-D viajará a San Pablo en el mismo avión de la USAF que en junio de 2009 trajo a Bariloche el instrumento Aquarius –el más importante que llevará el satélite en su órbita-, fabricado en EEUU por el Jet Propulsion Laboratory de la NASA.

El operativo comenzó ayer a la mañana con el transporte de los containers del primero vuelo, que despegará esta mañana, alrededor de las 9 y 15.

Este primer envío llevará a Brasil la carga principal, que implica un contenedor con el satélite, especialmente acondicionado, y otros doce equipos en igual número de empaques.

Este traslado –en total de unos 30.000 kilos- llevará todo el día y lo que más trabajo demandará será transportar el satélite, armar una rampa especial a partir de la llegada del avión y subirlo a bordo.



El éxito y la confiabilidad de la plataforma argentina SAC, probada por el SAC-C, puede medirse por un hecho: la NASA piensa poner a bordo del próximo satélite de la serie, o SAC-D un instrumento sumamente complejo denominado Aquarius. La participación de NASA es del orden del los 175 millones dólares, e incluye al Instrumento Aquarius, el vehículo lanzador Delta-II, el segmento terreno de Aquarius y 3 años de operación del mismo.

El Aquarius medirá propiedades de todos los océanos por primera vez en escala global. Se trata de un sensor de microondas de baja resolución –íntegramente diseñado y construido en los EEUU- que puede estudiar enormes regiones de superficie marina, y mapear sus variaciones de salinidad y la rugosidad de su oleaje. Tal será el principal detector del futuro SAC-D. Pero los Estados Unidos y la Argentina emplearán esta información con fines probablemente distintos.
En los Estados Unidos, los mapas de salinidad superficial de los océanos se usarán seguramente para una comprensión más amplia del funcionamiento de la maquinaria del clima mundial. Para la NASA, Aquarius es un instrumento de ciencia básica, de utilidad académica.

Para la Argentina, en cambio, podría ser un instrumento más aplicado a lo productivo: la salinidad en el Mar Argentino suele dar algunos buenos indicios de la ubicación de ciertas especies de valor pesquero. Pero además, el SAC-D llevará instrumentos que pueden medir la humedad almacenada en suelos de producción, y así, cruzando datos de otros orígenes, permitir una predicción de cosechas de mayor precisión.

Además del instrumento Aquarius, el SAC-D albergará sensores ópticos y otros instrumentos de utilidad también muy inmediata para la economía Argentina: ya se ha establecido que a bordo habrá una cámara sensible a cuatro bandas del infrarrojo, capaz de medir temperaturas en el suelo y dar –entre otros servicios- mapas predictivos sobre riesgo de incendio, según convenios establecidos entre la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) y el Plan Nacional de Manejo del Fuego (PNMF).
Esta última institución ya lleva varios años recibiendo información sobre “hot points” de la cámara nocturna HSTC del satélite SAC-C, y a fecha de hoy confirma que el 90% de las detecciones del satélite han sido positivas. El SAC-D le permitirá al PNMF y a la CONAE continuar una exitosa recolección de datos, orientada a la construcción de Sistemas de Información Geográficos, software complejo con capacidad de predecir eventos de fuego en todo el país. En lo tecnológico, el SAC-D constituye un importante avance en complejidad para INVAP. Se trata de su primer satélite realmente grande (pesará más de una tonelada), y el hecho de que la NASA lo haya seleccionado para llevar a bordo un valioso instrumento de ellos marca un hito en el reconocimiento de nuestra adultez en el área espacial.

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